Inicio el comentario indicando que NO lo recomiendo para personas cerradas o que les choca leer sobre relaciones fuera de lo denominado como “normal”: como amor entre dos mujeres, o dos hombres. Se trata de un amor entre dos hermanos – hombre y mujer – que va más allá del amor de familia; es un amor como pareja. Resalto el hecho que la historia no se centra en lo erótico, el morbo o el sexo, sino en el amor puro.
Los protagonistas nunca han salido de casa; es decir, van al colegio y estudian, pero pasan todo el tiempo cuidando de sus hermanos menores, y al ser los mayores siempre han tenido esa responsabilidad. No conocen la libertad de acción, y pasan tanto tiempo juntos que no tienen ni tiempo de pensar en cómo les gustaría vivir. Lochan y Maya siempre han sido compañeros, desde pequeños, y han sentido una atracción por el otro que han dejado escapar o se ha quedado en el inconsciente. Y cuando se enamoran, eso que sienten los hace sentir tan vivos que ya no pueden detenerse. Hay muchas opiniones al respecto, pero a mi parecer creo que ellos creen amarse porque son lo único que tienen.
Es una historia trágica pero atrapante desde el inicio. Confieso que no dejé de leer desde que empezó, quizás por la sinopsis tan diferente a otros libros que había estado leyendo; quizás por la curiosidad de saber cómo podía terminar una historia tan poderosa como esta. Recomendado para los que desean dejarse llevar por algo diferente y olvidarse de lo conocido como normal, para insertarse en un mundo “equivocado”.
Comentarios de Editoriales
“Mientras su relación se fortalece, y mientras se vuelven más dependientes entre los dos para sobrevivir, su relación parental se desarrolla en una nueva etapa: amor romántico.”
“Esta es una poderosa novela sobre el amor bajo todas sus formas. Sobre adolescentes forzados a ser adultos, y sobre niños forzados a aprender ser padres.”
“La habilidad de Suzuma de profundizar en varios de los lados de la necesidad humana y el deseo a través de diversos estados físicos, emocionales, situacionales, hace que uno se encoja.”
“¿Cómo algo tan equivocado puede sentirse tan correcto?”
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